martes, 16 de noviembre de 2010

¿QUE ES EL ALCOHOLISMO?


¿Qué es el alcoholismo?

El alcoholismo es una enfermedad crónica, progresiva y a menudo mortal; es un trastorno primario y un síntoma de otras enfermedades o problemas emocionales. La química del alcohol le permite afectar a casi todo tipo de célula en el cuerpo, incluyendo las que se encuentran en el sistema nervioso central. En el cerebro, el alcohol interactúa con centros responsables del placer y otras sensaciones deseables; después de la exposición prolongada al alcohol, el cerebro se adapta a los cambios producidos por el alcohol y se vuelve dependiente de estos cambios y a esas sensaciones.

Para las personas que sufren de alcoholismo, su ingesta se convierte en el medio principal a través del cual pueden interactuar con personas, trabajo y vida. El alcohol domina su pensamiento, emociones y acciones. La gravedad de esta enfermedad está afectada por factores de índole genética, psicológica, cultural y de dolor físico.

¿Qué causa el alcoholismo?

El tan sólo tomar de manera regular y consistente durante un transcurso de tiempo puede ocasionar una sensación de dependencia y síntomas de “monos” en la supresión durante los períodos de abstinencia; esta dependencia física, sin embargo, no es la única causa del alcoholismo. Los estudios con personas que sufren enfermedades crónicas que han tomado medicamentos contra el dolor por mucho tiempo, han mostrado que una vez la persona resiste el proceso de supresión física, a menudo pierde el deseo por las drogas que estaba tomando. Para que una persona se vuelva alcohólica, por lo general se deberán tener en cuenta otros factores biológicos, genéticos, culturales y psicológicos.

La química cerebral. Psicología

No está muy claro hoy día por qué unas personas se hacen dependientes y otras no. No se ha podido describir un tipo de personalidad concreta, pero está claro que la historia personal de cada persona, su forma de ver la vida, su nivel de estrés actual, sus formas de defenderse ante la angustia y el estrés, y un alto número de variables se entremezclan para dar lugar a una persona vulnerable a depender de una sustancia (el alcohol), persona o cosa. Hoy día para tratar el alcoholismo se trabaja con un modelo "multicausal" donde se tienen en cuenta todos estos factores.

El deseo de alcohol durante la abstinencia, el dolor asociado con la supresión y la alta tasa de recaída se deben a la adaptación del cerebro y a la dependencia en los cambios químicos [cerebrales] causados por el uso de alcohol a largo plazo. El alcohol causa relajación y euforia pero a la vez también actúa como un depresivo en el sistema nervioso central. Inclusive después de años de investigación, los expertos todavía no saben exactamente cómo el alcohol afecta el cerebro. Parece ejercer efectos mayores en el hipocampo, un área en el cerebro asociada no sólo con el aprendizaje y la memoria sino también con la regulación de la emoción, el procesamiento sensorial, el apetito y el estrés. Un estudio reciente encontró que productos mayores descompuestos del alcohol, ésteres de etilo de ácido graso, estimulan el flujo de potasio en las células del hipocampo, el cual inhibe neurotransmisores importantes (mensajeros químicos). De especial importancia para los investigadores de alcoholismo son los neurotransmisores ácido gamma-aminobutírico (GABA), dopamina y serotonina, los cuales están muy asociados con, entre otras funciones, el comportamiento emocional y los antojos. El alcoholismo crónico causa depleción de la materia gris, tejido crucial en el sistema nervioso central.

Los factores genéticos.

Parece ser que existe cierta predisposición genética a desarrollar dependencia al alcohol, tal y como se ha visto reflejado en numerosos estudios. Sin embargo, y es importante subrayar esto, el ambiente, la propia historia vital de la persona afectada y un sinfín de factores son los que realmente determinan que una persona sea dependiente al alcohol. Tampoco se puede decir que los hijos/as de alcohólicos/as vayan a desarrollar la adicción.

En las personas que sufren de alcoholismo severo, los investigadores han identificado un gen que afecta la función de una estructura nervio-celular conocida como receptor de dopamina D2 (DRD2), el cual, a su vez, influye en la actividad de la dopamina. Este gen también se encuentra en las personas con trastorno de déficit de atención, las cuales corren un riesgo mayor de alcoholismo, y está también presente en las personas con el síndrome de Tourette y autismo. La asociación de este gen con estos problemas neurológicos conduce a algunos expertos a creer que el gen receptor de dopamina D2 no es una causa principal del alcoholismo, sino que las personas con este gen tienen una probabilidad mayor de beber para medicar los síntomas psicológicos y conductuales de sus trastornos neurológicos. Además, un estudio mayor no encontró ninguna conexión entre el gen DRD2 y el alcoholismo. Se necesita llevar a cabo más investigación en esta área.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Illinois en Chicago ha identificado un gen relacionado con la dependencia al alcohol.

Descubrieron que ratones de laboratorio con una deficiencia del gen CREB consumían cantidades excesivas de alcohol. Los ratones preferían el etanol al agua y presentaban una gran ansiedad a la hora de realizar pruebas de laberinto.

El gen CREB produce una proteína que regula la función cerebral durante el desarrollo y el aprendizaje.

"Ésta es la primera prueba directa de que una deficiencia del gen CREB está asociada con ansiedad y comportamientos comunes en alcohólicos", afirmó durante su declaración preparada Subhash Pandey, director de investigación sobre alcoholismo y neurociencia de la Facultad de Medicina de la UIC.

Pandey sugirió que los ratones con una deficiencia del gen CREB preferían el etanol al agua porque el etanol reducía sus niveles de ansiedad, una situación que a menudo aparece en seres humanos.

"Entre un 30 y un 70 por ciento de los alcohólicos afirman sufrir ansiedad y depresión. Beber es la manera en que estos individuos se automedican", afirmó el Doctor y estudioso del alcoholismo Dr. Pandey.


¿Quién se convierte en un alcohólico?

Los riesgos generales y la edad.

Los riesgos generales son los ambientales y socio-culturales en los que influye el entorno las amistades, los hábitos familiares, las conductas en el entorno de los compañeros de trabajo, etc.

La edad es un factor muy importante, la gente joven es mas fácilmente influenciable por el ambiente, los amigos y nuestra cultura en la que el alcohol esta totalmente integrado y bien visto.

Hay una fase en la edad entre los treinta y los cincuenta en la que es mas difícil adquirir esta dependencia, por lo que deducimos que los alcohólicos de estas edades adquirieron su dependencia a temprana edad aunque esta enfermedad no haya dado la cara hasta ahora.

En gente de avanzada edad también es una población de riesgo El alcohol afecta al cuerpo viejo de manera diferente; las personas que mantienen los mismos patrones de consumo de alcohol a medida que envejecen pueden fácilmente desarrollar dependencia de alcohol sin darse cuenta. La depresión y la ansiedad pueden desempeñar una función importante en el desarrollo del alcoholismo entre los ancianos quienes a menudo están sujetos a cambios de vida no deseados, como la jubilación, la pérdida de un cónyuge o amigo y problemas médicos.

El género.

La mayoría de los alcohólicos son hombres, pero, no obstante, la incidencia de alcoholismo entre las mujeres ha estado aumentando durante los últimos 30 años. Cerca del 3.9% de los hombres son bebedores serios y el 1.9% de las mujeres; 22.8% de los hombres beben hasta embriagarse comparado con 8.7% de las mujeres. En general, las mujeres jóvenes con problemas de alcohol tienden a seguir los patrones de bebida de alcohol de sus padres. Las mujeres que son alcohólicas tienden a beber seriamente durante el período premenstrual. Las mujeres tienden a volverse alcohólicas más tarde en la vida que los hombres; sin embargo, los problemas médicos que desarrollan debido al trastorno ocurren casi a la misma edad que los hombres, lo cual sugiere que las mujeres son más susceptibles a la toxicidad física del alcohol.

¡¡¡¡ Si eres mujer ...
El organismo femenino contiene de un 5 al 10 por ciento menos de agua que el masculino. Así se explica que la misma dosis de alcohol, al estar más concentrada en los tejidos, surta un efecto tóxico mayor. Con la misma cantidad ingerida la sangre de la mujer contiene un nivel de alcohol mayor que la del hombre, y de ahí que la intoxicación sea más rápida. En ella es asimismo más corto el lapso de tiempo que media entre los primeros problemas con la bebida y una dependencia física.
El alcohol daña el hígado y disminuye la fertilidad, es decir, la capacidad de quedar embarazada.
Si la mujer está embarazada, como el alcohol atraviesa la placenta y llega al feto, puede ocasionar malformaciones, retraso en el desarrollo físico mental del bebé, sordera...
Resulta conocido desde hace años que el alcoholismo aumenta el riesgo de sufrir abortos espontáneos y de parir hijos gravemente impedidos en el aspecto físico y mental.
En los recién nacidos de madres alcohólicas se diagnostican con frecuencia el Síndrome Alcohólico Fetal (SAF), consistente en deficiencias del desarrollo, anomalías faciales y craneales, retraso mental y otros males asociados, como un desarrollo anómalo del corazón y los riñones.


Los factores hereditarios.

El riesgo de alcoholismo entre los hijos de padres alcohólicos es de 25%. La asociación familiar es menor para las mujeres. No obstante, los factores genéticos contribuyen a esta enfermedad en ambos géneros. En un estudio, las mujeres que sufrían de alcoholismo tendían a tener padres que bebían. Las mujeres que provenían de familias con antecedentes de trastornos emocionales, rechazadas por los padres o disolución familiar temprana no mostraron un riesgo mayor de tomar alcohol que las mujeres sin estos antecedentes. No obstante una familia, una estabilidad y salud psicológica estables no sirven de protección para las personas con un riesgo genético. Lamentablemente, no hay manera de predecir qué miembros de las familias de alcohólicos están a un riesgo mayor de alcoholismo.

Los expertos sugieren que hay personas pueden heredar una falta de esas señales de advertencia que por lo común hacen parar de ingerir a las personas. Por ejemplo algunos asiáticos, por otro lado, que tienen un gen inactivo del químico de hidrogenase, son más sensibles a los efectos del alcohol. Este producto químico es empleado por el cuerpo para metabolizar el alcohol etílico, y en su ausencia, se acumulan sustancias tóxicas causando rubores, mareos y náusea. Las personas con esta sensibilidad genética, tienen la probabilidad de experimentar reacciones adversas al alcohol y por lo consiguiente no volverse alcohólicas. (Este defecto no es por completo un protector contra el alcohol, sin embargo, en particular si se añade presión social, como entre los miembros de fraternidades en las universidades.) Es importante destacar, sin embargo, que, hereditario o no, a las personas que sufren de alcoholismo se les sigue considerando legalmente responsables de sus propias acciones Los rasgos de la personalidad y los trastornos emocionales. Se está encontrando en estudios que el alcoholismo está altamente relacionado con comportamiento impulsivo, excitable y comportamiento que busca nuevas experiencias, y que dichos patrones son establecidos temprano en la vida, si es que no son heredados. Las personas que sufren de trastorno de hiperactividad de déficit de atención, una enfermedad a menudo hereditaria cuyos rasgos son los mismos, corren un riesgo mayor de alcoholismo. Los niños que posteriormente se convierten en alcohólicos o que abusan las drogas tienen una mayor probabilidad de tener menos temor a las situaciones nuevas, aunque exista un riesgo de peligro. En una prueba sobre el funcionamiento mental, los alcohólicos (principalmente las mujeres) no mostraron ningún déficit de pensamiento, sin embargo, mostraron ser menos capaces de inhibir sus respuestas que los no alcohólicos. Las personas severamente deprimidas o ansiosas presentan un riesgo mayor de desarrollar alcoholismo, tabaquismo y otras formas de adicción. El problema de alcoholismo en estos casos puede deberse a la automedicación de la ansiedad o la depresión. Debe tomarse nota de que estos trastornos de estado de ánimo son a menudo causados por el alcoholismo y pueden reducirse después de la supresión del alcohol. En un tiempo se pensó que una historia familiar vinculada con una personalidad pasiva y necesidades de dependencia anormales aumentaban el riesgo; sin embargo, los estudios no han soportado esta teoría.
Los factores socioeconómicos.

Se ha pensado por mucho tiempo que el alcoholismo es más prevalente en las personas con niveles educativos inferiores y en los desempleados. Un estudio bien realizado en 1996, reveló que la prevalencia de alcoholismo entre los a acomodados adultos era del 4.3% al 8.2% en las clases mas humildes

El beber excesivo puede ser más peligroso entre los grupos de ingresos más bajos; un estudio encontró que era un factor principal en la mayor tasa de mortalidad de las personas, en particular los hombres, en grupos socioeconómicos más bajos comparado con aquéllos en grupos de nivel más alto.

Los factores geográficos. Aunque un 54% de adultos que habitan en las zonas urbanas han consumido alcohol por lo menos una vez al mes comparado con un 42% en las zonas no urbanas, la vida en la ciudad o el campo no tiene una influencia en el riesgo de beber hasta la embriaguez o el uso exagerado de alcohol. Las personas en el norte presentan el mayor riesgo de beber exageradamente (alto uso de 6.4% y de beber hasta la embriaguez de 19%) y las personas en el sur presentan el riesgo más bajo (alto uso de 4.5% y de beber hasta la embriaguez de 13%).

¿Es tan serio es el alcoholismo?

Cerca de un 7% de muertes al año pueden ser completa o parcialmente atribuidas a la bebida. el beber dos o más bebidas alcohólicas al día aumenta el riesgo de muerte en un 50%. Además, el alcoholismo en si reduce el promedio de vida en 10 á 12 años. Cuando más temprano empiece a beber de manera exagerada una persona, mayor es el riesgo que corre de contraer enfermedades serias más adelante. El alcoholismo puede matar de muchas maneras diferentes.

La sobredosis.

El alcohol es una droga y las personas pueden morir por una sobredosis. Esto es un peligro especialmente entre los adolescentes que pueden querer impresionar a sus amigos con su capacidad para beber alcohol pero que todavía no pueden medir los efectos.

Los accidentes y la violencia.

El alcohol juega un papel importante en más de la mitad de todas las muertes por accidente de automóvil. El tomar menos de dos bebidas puede deteriorar la capacidad para conducir. El alcohol también aumenta el riesgo de lesiones accidentales por otras causas. En un estudio realizado entre los pacientes de una sala de urgencias se mostró que un 47% de los que se encontraban en urgencias resultaron positivos a las pruebas de alcohol, y el 35% se encontraban ebrios. De los que estaban ebrios, el 75% mostraron evidencia de alcoholismo crónico. Esta enfermedad es el principal diagnóstico en un cuarto de todas las personas que se suicidan; el alcohol está implicado en un 6.7% de todos los asesinatos.

Si padeces de alcoholismo.
Debes conocer y aceptar que el alcoholismo es una enfermedad. Busca ayuda con tu médico de familia.
No olvides que la compra de bebidas alcohólicas en muchas ocasiones disminuye la disponibilidad de dinero.
Permite que tu familia y la comunidad colaboren para que recuperes tu salud.
Si has dejado de beber y algún día lo vuelves a hacer, esto no significa un fracaso y debes volver a insistir en dejar de beber.
Si los demás comprenden que es una enfermedad ayudarán a su recuperación.
No te autocompadezcas.
Evita el resentimiento, la irritación y el amor propio lastimado.
Únete a tu familia en todo lo positivo para recuperarte.
Piensa en otros como tú y ayúdalos.
Información a las familias.Si tiene un familiar alcohólico atienda las siguientes recomendaciones:
Nunca olvide esto: el alcoholismo es una enfermedad, no es un vicio. Por tanto, su familiar está enfermo.
Si desea curarlo, sea ecuánime y paciente.
Evite las discusiones sobre el tema. Dígale que usted solo desea cuidar su salud.
Evite entablar una conversación con su familia sobre el tema cuando esté en estado de embriaguez.
Aproveche los momentos en que no esté bajo la influencia del alcohol para contarle como actúa cuando lo está, pues muchas veces no recuerdan lo que ocurre.
Anímelo y pregúntele cómo ayudarlo más.
Demuéstrele que cree en su esfuerzo para recuperarse.
Su principal arma es el cariño.
Recuerde que se necesitará tiempo.
Potenciar su presencia en la comunidad
Estimular el desarrollo de sus preferencias y gustos para ocupar el tiempo libre de manera saludable y productiva (hobbies): carpintería, herrería, cría de animales afectivos.

INTRODUCCIÓN

El alcoholismo es un tipo de drogodependencia.
Existe una tendencia mundial al incremento del consumo de bebidas alcohólicas. En nuestro país también algunas personas consumen alcohol de manera irresponsable. El alcoholismo es una enfermedad crónica que daña el organismo, el funcionamiento familiar y social y puede ser causa de violencia, conductas antisociales, desavenencias familiares, accidentes, e incluso de homicidios. Los mejores espacios para evitar el consumo excesivo de bebidas alcohólicas son la familia y la comunidad, pues allí el individuo debe aprender estilos de vida saludables entre los cuales no tiene cabida el consumo excesivo de alcohol.
Hay dos tipos de dependencia en esta adicción: la física y la psicológica. La dependencia física se revela por sí misma, cuando se interrumpe la ingesta de alcohol, con síntomas muy claros como la tolerancia, cada vez mayor, al alcohol y enfermedades asociadas a su consumo.
El efecto directo del alcohol en el sistema nervioso son la depresión, como resultado de la disminución de la actividad, la ansiedad, tensión e inhibiciones. Incluso un pequeño nivel de alcohol dentro del cuerpo enlentece las reacciones. La concentración y el razonamiento empiezan a empeorar. En cantidades excesivas, el alcohol produce una intoxicación y envenenamiento.
El alcohol también afecta a otros sistemas corporales. Puede aparecer una irritación del tracto gastrointestinal con erosiones en las paredes del estómago debidas a las náuseas y vómitos. Las vitaminas no se absorben bien, y esto ocasiona deficiencias nutricionales en los alcohólicos de larga evolución. También ocasiona problemas en el hígado (cirrosis hepática).
El sistema cardiovascular se ve afectado por cardiopatías. También puede aparecer una alteración sexual causando una disfunción en la erección del pene en el hombre y una desaparición de la menstruación en la mujer. El consumo de alcohol durante el embarazo puede causar problemas en el desarrollo del feto, produciendo el llamado síndrome fetal del alcohol.
El desarrollo de la dependencia del alcohol puede ocurrir entre los 3 y 10 años de consumo, siguiendo una progresión. Primero se desarrolla la tolerancia al alcohol. Esto ocurre en personas que son capaces de consumir una gran cantidad de alcohol antes de que se noten los efectos adversos.
Después de la tolerancia aparecerán los lapsus de memoria. Más tarde aparece la falta del control de beber, y la persona afectada no puede permanecer sin beber, lo necesita para desarrollar su vida diaria.
El problema más serio de los bebedores son las complicaciones físicas y mentales. Algunas personas son capaces de conseguir un control sobre su dependencia en las fases tempranas antes de la total pérdida del control.
No hay una causa definida del alcoholismo pero hay factores que pueden jugar un papel en su desarrollo. Es más probable el desencadenamiento de un alcoholismo en las personas con algún familiar alcohólico que en otras que no lo tienen. No se conoce la razón, que puede encontrarse en anomalías genéticas o bioquímicas.
Entre los factores psicológicos se incluyen: la necesidad de consuelo para la ansiedad, conflictos en las relaciones personales, baja estima personal, etc...
Los factores sociales incluyen: la facilidad de consumo de alcohol, la aceptación social del consumo de alcohol, estilos de vida de stress, etc...
La incidencia en la dependencia del alcohol está aumentando. Las estadísticas varían pero aproximadamente un 7% de adultos en Europa están afectados.
El alcoholismo se considera hoy una enfermedad, si bien, el lenguaje verbal nos indica que no siempre ha sido así, pues quedan claras señales indicativas de que alcoholismo, se ha asociado mas frecuentemente con debilidad de carácter, vicio o inmoralidad. Aún ahora, y cuando se denomina el alcoholismo como la enfermedad que es, se advierte una permisividad social, que pone en entredicho los programas más ambiciosos de salud pública, en cuanto a prevención y/o tratamiento del alcoholismo.
Tomar alguna bebida alcohólica, supone para gran parte de la población un placer asociado a festividades, celebraciones o simplemente el disfrute de una buena comida, por ello es conveniente distinguir diferentes clases de bebedores. Estos (los bebedores) han sido objeto de muchas y a veces dispares clasificaciones, por lo que me remito a la que considero más comprensible.
Las ciencias, tanto sociales como médicas se han preguntado qué es en realidad un alcohólico, ya que la definición no es fácil, dada las diferentes etapas por las que pasa un bebedor hasta convertirse en un alcohólico crónico.
Una de las más aceptadas definiciones, la de los profesores Kessel y Walton, señala dos factores fundamentales para determinar que es un alcohólico: "El primero es la bebida excesiva, que implica bebida repetida. Una única caída no connota por sí sola, que se trata de un alcohólico. El segundo elemento es el daño que resulta de la bebida. A no ser que haya daño, una persona puede ser un bebedor excesivo, quizá puede estar en camino del alcoholismo, pero no es un alcohólico" ((Neil kessel y Henry Walton). Ahora bien, para determinar ambas medidas, es preciso delimitar algo mas, ya que lo que para uno es excesivo, para otro puede ser prudente. Esta medida la aporta la dependencia por un lado, y los daños derivados de ella por otro: Es decir cada cuanto se bebe y que daños provoca, nos va a definir cuando se es alcohólico/a.

1- BEBEDOR NO PROBLEMÁTICO
Moderado: Bebedor de vino en las comidas, rara vez ingiere bebidas blancas como ginebra o vodka. No busca intoxicarse ni el “efecto” que produce la ingesta y evita la ebriedad, no siente necesidad de beber y no le trae trastornos o complicaciones.
2- BEBEDOR PROBLEMA
Bebedor Social: Personas que siempre que se encuentran en una situación social, necesitan beber para sentirse más sueltas y divertidas. Pueden estar sin beber, pero en reuniones sociales no limitan el consumo de alcohol, y lo hacen hasta sentirse "alegres".
Bebedor Fuerte: Bebedores que toman mucha cantidad de alcohol, independientemente o no de las comidas, y casi todos los días de la semana. Para estos, la bebida es una parte importante de su vida, y una fuente de placer, bienestar y diversión. A pesar de que durante el día toma mucho alcohol, no ha perdido la capacidad de controlar cuánto y hasta cuándo tomar, por lo que rara vez llegan a tener complicaciones sociales, familiares o laborales, (en principio). El bebedor fuerte raramente se embriaga en momentos o lugares no adecuados, y suele elegir cuando, donde y con quien beber.
Ebrios ocasionales: En general, son bebedores "fuertes", que ocasionalmente buscan embriagarse. Suelen ser grupos de "compañeros" con los que salir a "festejar", y ya antes de comenzar con la fiesta tienen intención de emborracharse..Su forma de beber se relaciona con una idea de diversión, sin que exista necesidad física.
Bebedor alcohólico: La línea que separa a este bebedor, de los anteriores "bebedores problema", es la pérdida de control sobre la ingestión de alcohol. No puede elegir el momento, ni la cantidad, ni los efectos del alcohol en su organismo. No puede decir "basta y por tanto beberá hasta quedar intoxicado. En este caso, y progresivamente, aparecen los trastornos asociados al alcoholismo en todas las áreas de su vida: Física, emocional, familiar, social y laboral. (Clasificación del Dr. A Cormillot)
Como vemos es muy delgada la línea que separa a unos bebedores de otros, y con gran facilidad, un bebedor social, puede convertirse en alcohólico con más rapidez de lo que él mismo puede pensar. Ello es así, entre otras cosas, porque vivimos en una cultura del alcohol, en donde está perfectamente tolerado que la gente, incluso la más joven, se emborrache de vez en cuando. En ocasiones el hecho es tomado como un signo del paso a la edad adulta, cuando se trata de jóvenes bebedores, y difícilmente se concibe una fiesta, cualquiera que sea el evento, sin la abundante presencia de bebidas alcohólicas. Si a estas consideraciones, añadimos la publicidad indiscriminada, las actitudes a imitar del tipo "Llanero Solitario", la facilidad con que es posible conseguir alcohol y la permisividad para ello, encontramos que la abstinencia total es, cuanto menos, un objetivo poco realista, por lo que la prevención en niños y adolescentes, ha de ser un objetivo prioritario.
En los últimos años, los responsables de Salud Pública de diversos países, sobre todo de cultura mediterránea, han dado luz verde a distintas campañas sobre prevención del alcoholismo, con las que se ha pretendido, de una parte, llamar la atención social sobre lo que es un problema real de salud pública, contra la idea de tolerancia y permisividad, que dicho sea de paso, no se da con otras sustancias tóxicas, y de otra parte, informar respecto de la prevención de esta enfermedad, como el medio mas eficaz para combatirla.
¿Cuándo se padece de alcoholismo?
Cuando teniendo problemas con el alcohol no es capaz de dejarlo.¿Seré alcohólico?
Ante esta interrogante, formúlese las siguientes preguntas:
¿Ha sentido alguna vez que debe beber menos?
¿Le ha molestado que la gente lo critique por su forma de beber?
¿Alguna vez ha tomado un trago en la mañana para calmar sus nervios o eliminar sus molestias por haber bebido la noche anterior?
Falsas creencias.
"El alcohol es un estimulante." No es así, es un depresor. Lo que confunde a algunas personas es que el efecto inicial mejora el estado de ánimo, pero luego inevitablemente lleva a la depresión.
"El alcohol mejora la actividad sexual". Con frecuencia los alcohólicos pueden presentar impotencia y ausencia de orgasmo, a pesar de la aparente excitación sexual que trae el consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
¿Es una enfermedad?El alcoholismo es una enfermedad porque ocasiona trastornos en el funcionamiento normal del organismo, en sus relaciones familiares y sociales.Efectos del alcoholismo.
Está vinculado a muchas enfermedades como cirrosis hepática, degeneración del sistema nervioso central, trastornos gastrointestinales y alteraciones metabólicas.
Puede provocar infertilidad en las parejas.
Crea un clima de tensión al promover frecuentes discusiones en el seno de la familia, y como consecuencia, incomunicación y malas relaciones entre sus integrantes.
Paulatinamente la imagen de la persona alcohólica se deteriora ante sus familiares y especialmente ante sus hijos.
Es causa de accidentes, violencias e indisciplinas sociales que pueden llevar a conductas delictivas. Erosiona la personalidad.
¿En qué se diferencia la "dependencia del alcohol" del "abuso del alcohol"?

Hay personas que consumen grandes cantidades de alcohol y, sin embargo, no muestran síndrome de abstinencia cuando no beben. Otros en cambio beben la misma cantidad de alcohol y sí padecen este síndrome de abstinencia. Aquí es donde está la diferencia entre unos y otros.
La dependencia
La dependencia del alcohol es diferente de otras drogas tales como el opio o la cocaína, ya que en el alcohol el nivel de tolerancia es mucho menor. Esto significa que las personas dependientes de otras drogas, pueden alcanzar dosis mucho mayores, que para los no dependientes resultarían fatales, sin embargo en el caso del alcohol, los bebedores habituados no necesitan grandes dosis para obtener los efectos deseados. A la larga de todos modos el organismo desarrolla una tolerancia cada vez mayor, a la vez que en bebedores avanzados, esta misma tolerancia puede disminuir a causa de una enfermedad, o una deficiente alimentación, por ejemplo.
La experiencia
Es perturbadora la experiencia de bebedores que de pronto se encuentran mucho más intoxicados, ante una cantidad de alcohol, que creían soportar sin desorganización para sus vidas. Por otra parte es interesante tener en cuenta que el alcohólico, sobre todo aquel que aún no ha desarrollado dependencia física, va a volver en un momento u otro a la bebida, lo que por una parte le va a conducir a la espiral imparable de la dependencia física, en tanto la psíquica ya está instaurada, y el sujeto necesita beber, ayudarse de la bebida para enfrentarse a problemas de la índole que sea, y en definitiva para funcionar con éxito como ser social. Como vemos la dependencia, iniciándose en la esfera psíquica, y quizá precisamente por ello, lleva la situación a una esfera física, reuniéndose entonces los desajustes por ambas partes.
El alcohol
Alcohol procede de la palabra árabe "kohol" que hace referencia al antimonio, un polvo negro muy fino que las mujeres han empleado durante años para ennegrecerse los ojos. Se da el nombre de alcohol a muchos compuestos orgánicos, formados por carbono, hidrógeno y oxígeno, que reaccionan con los ácidos para formar compuestos llamados éteres o ésteres. Dependiendo de su composición distinguimos diferentes tipos de alcohol.
Tipos de alcohol
En esta ocasión nos vamos a centrar en el alcohol etílico. El alcohol etílico o etanol es el componente activo de las bebidas alcohólicas. Se puede diferenciar en:
alcohol fermentado
y alcohol destilado.
Alcohol fermentado
La fermentación es un proceso natural que se lleva a cabo cuando el jugo de furos y cereales queda expuesto al aire durante un tiempo determinado; así, por la acción de unos hongos microscópicos llamados levaduras, el azúcar que contienen se transforma en alcohol.

Algunos ejemplos de bebidas alcohólicas obtenidas a partir de la fermentación son:

- Vino
- Cerveza
- Sidra
Alcohol destilado
La destilación consiste en hervir el alcohol fermentado. El vapor que se obtiene es condensado y pasado por un tubo de enfriamiento para convertirlo otra vez en líquido con una mayor concentración de alcohol. Algunos ejemplos de bebidas alcohólicas obtenidas a partir de la destilación son:
Aguardientes de orujo
Aguardientes envejecidos (ron y whiskey)
Aguardientes macerados (Ginebra, vodka, brandy)
Licores (anis, licores de frutas, licores de esencias, licores de café, té y de cacao).